Ultramins, noticia de portada en IntraFish, sitio web líder en acuicultura.
Esta empresa tecnológica sondea el sector del salmón con una técnica de purificación del agua
La tecnología de ultrasonidos cavitantes, que ya se utiliza en las piscifactorías de gambas asiáticas, se está probando en Escocia.
Tras un gran avance en la cría de gambas, una empresa emergente de purificación de agua con sede en los Países Bajos intenta llamar la atención del sector de la cría de salmón utilizando ondas ultrasónicas para hacer frente a un molesto microorganismo que causa importantes pérdidas en los esguines.
Tras varios años de éxito en la agricultura, con cientos de clientes en más de 50 países, la empresa aplicó la tecnología en piscifactorías de gambas de Tailandia e Indonesia. Esta última piscifactoría, propiedad de Hendrikson Shrimping, afirma que redujo el tratamiento con cloro y amplió el tiempo antes de la cosecha gracias a la mejora de la calidad del agua.
La tecnología funciona creando burbujas de gas entre las moléculas de agua, que implosionan en un proceso llamado cavitación. La implosión envía una onda de choque a través del agua, lo que ayuda a eliminar algas, biopelículas, hongos, bacterias y otros patógenos.
Las ondas de choque "destruyen los microorganismos nocivos sin causar ningún daño a las gambas", afirma Ultramins en un comunicado, refiriéndose a la implantación de los transmisores en las granjas de Hendrikson Shrimping en la provincia indonesia de Sumatra del Sur.
Control total
Onno Nienhuis, fundador de Hendrikson Shrimping, afirmó en el mismo comunicado que, gracias al uso de los transmisores, su empresa había reducido hasta ahora a la mitad el tratamiento con cloro en sus estanques y que creía factible una reducción de hasta el 70%.
"Antes, a veces teníamos que cosechar antes debido a brotes de enfermedades", dice Nienhuis. "Ahora tenemos un control total".
Ultramins también espera entrar en el creciente sector de la cría de salmón en tierra. La empresa ha recibido el interés de un grupo noruego que tiene problemas con la acumulación de algas en sus tanques, explica van Velzen.
En virtud de la legislación noruega sobre bienestar animal, Ultramins está obligada a probar el impacto potencial de la tecnología en el salmón antes de implantarla. Esas pruebas comenzarán pronto en Bergen.
Los peces, explica van Velzen, sólo oyen frecuencias bajas y no les afectan los ultrasonidos utilizados en el proceso.
Aunque la cavitación se ha utilizado en medicina -e incluso para acelerar el envejecimiento del vino-, van Velzen afirma que su empresa es la primera en aplicar el proceso a la acuicultura.
"No hay nadie en el mundo que pueda competir con nosotros en tecnología de cavitación, utilizándola como lo hacemos nosotros", afirmó. "Somos únicos".
Van Velzen afirma que espera recibir más muestras de interés de lo que él denomina "empresas fronterizas", interesadas tanto en los aspectos financieros de la tecnología como en su potencial para resolver problemas de calidad del agua sin productos químicos.
"Las personas que llaman a sus puertas son las que están dispuestas a invertir en el cambio", afirmó.
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